Después de muchos años atascados en el tipo A, en 2014 se lanzó el USB-C. La evolución fue importante, tanto en cuanto a diseño como en cuanto a especificaciones, pero avanzar no siempre es fácil, puesto que hay que renovarse.
En la actualidad, aún son muchos los dispositivos que usan el viejo tipo A, por lo que una buena opción es usar un adaptador USB tipo C para que podamos seguir usando aquellos aparatos en los equipos más modernos. En este artículo te vamos a hablar de alguno de ellos, así como de otras cosas como las ventajas de este conector de última generación.
Mejores adaptadores USB tipo C
Syntech Adaptador USB-C a USB 3.0
Si lo único que buscas es una manera de conectar tus dispositivos con USB-A a nuestro MacBook, no hace falta que busques más. Lo que estabas buscando es un adaptador (vienen dos en el paquete) como esta propuesta de Rankie. Es sencillamente eso: un pequeño adaptador que en la parte de fuera tiene un puerto USB-A y en la otra un conector USB-C, lo que nos permitirá conectar, por ejemplo, nuestro ratón a un MacBook Pro de los más modernos.
Cabe destacar que este conector no está diseñado solo para su uso en ordenadores, sino que también podemos usarlo en teléfonos inteligentes, siempre y cuando su puerto sea USB-C y el sistema operativo del smartphone sea compatible con el periférico que queremos conectar.
UGREEN Revodok
El UGREEN es un HUB con el que podremos conectar casi cualquier cosa a nuestro MacBook. Y tiene 6 puertos: 3 USB 3.0, un puerto HDMI, un RJ-45 Gigabit Ehternet LAN, y un puerto de carga de hasta 100W de potencia, para cargas rápidas.
En cuanto al puerto HDMI admite 4K, por lo que podrás conectar pantallas externas de alta resolución.
BASEUS HUB USB C – 11 en 1
Este Hub de Baseus es otro 11 en 1, lo que significa que tiene seis puertos disponibles: 3 USB 3.0 con velocidades de hasta 5Gbps, un HDMI que soporta 4K, dos ranuras para tarjetas SD, siendo una de ellas Micro SD, y un puerto USB-C para que no echemos de menos el puerto al que hemos conectado este hub.
Este hub destaca por disponer de un control inteligente de temperatura, gracias a dos microchips inteligentes y varios sistemas de protección que evitarán excesos de corriente, voltaje, cortocircuitos y temperaturas altas.
Syntech Adaptador USB Tipo C a USB 3.1
Esta propuesta de Syntech es un adaptador simple que nos permitirá usar nuestros dispositivos con conector USB-A en puertos USB–C como los que incluyen los MacBook más modernos. Son una pareja, lo que significa que, en el precio reducido que nos piden por ellos, obtendremos dos unidades.
Este adaptador es compatible con USB 3.1, lo que ofrece velocidades de transferencia de datos de hasta 10Gbps.
FLYLAND Hub USB C
Si no quieres olvidarte de ningún tipo de conexión, lo que te interesa es algo como esta propuesta de FLYLAND. Nos ofrece un total de 11 puertos, siendo dos de ellos lectores de tarjetas de tipo SD y Micro SD. Los otros 9 son 3 USB 3.0, un USB 2.0, un jack de 3.5mm, un puerto Ethernet, un HDMI, un VGA (sí, uno VGA) y el USB-C para que no perdamos el hueco al que lo hemos conectado en nuestro ordenador.
El material en el que está construida la carcasa es resistente al desgaste y evita que se marquen las huellas, lo que hará que siempre se vea tan bien como el ordenador al que lo tenemos conectado.
¿Por qué necesito un adaptador USB-C en el MacBook?
Lo primero que tenemos que saber es que no es necesario este tipo de adaptador en todos los MacBook. Y es que Apple es una compañía a la que le gusta presionar al mundo para que avance, pero lo hace cuando cree que estamos preparados o cerca de estarlo. Es importantes saber esto porque son los últimos modelos de MacBook los que sólo incluyen puertos USB-C, pero hay modelos anteriores que siguen incluyendo puertos USB-A, entre otros.
Explicado esto, la respuesta sería «porque si no, no podrás usar otros periféricos». Como bien sabéis, la inmensa mayoría de pendrives usan un conector USB-A, lo que hace que sea imposible usarlo en los MacBook más nuevos de manera directa. Cierto es que ya existen pendrives con conector USB-C, pero son más caros, lo que hace que no sean la mejor opción. El mismo aumento de precio lo veremos en todo tipo de productos, como unos ratones que serán más caros con conector USB-C que los típicos con USB-A.
El USB-A debería quedar en el pasado, pero sigue siendo parte del presente. Además de los pendrives y los ratones, también es probable que tengamos una cámara que siga dependiendo de un cable tipo A. Esto es más común de lo que creemos, y hay mucho hardware que sigue dependiendo del viejo USB. Así que, a la pregunta de por qué necesitamos un adaptador USB-C para el MacBook, al respuesta es para usar cualquier dispositivo sin preocuparnos del tipo de conector que usa.
Hub USB C, la mejor opción
Sin lugar a dudas, si tienes un MacBook de los que sólo cuenta con puertos USB-C, la mejor opción y un «must have» es un Hub USB-C. Pero, ¿de qué estamos hablando? Se trata de un «dongle» o adaptador que en una parte tiene el conector USB-C y en la otra una especie de caja en la que encontraremos todo tipo de conectores.
Dependerá del Hub USB-C elegido, pero es seguro que incluirá varios puertos USB-A, eso como mínimo. Los más avanzados incluirán también un lector de tarjetas y uno o varios Thunderbolt, jack de 3.5mm, HDMI, Ethernet o incluso VGA. Es decir, dependiendo del «dongle» elegido podremos obtener puertos de todo tipo, incluidos aquellos que ya han quedado obsoletos.
Ventajas del USB C
Hay rumores, unos que un servidor no puede confirmar, que aseguran que el USB-C fue una serendipia con la que Apple se encontró mientras diseñaba el Lightning para su iPhone 5 en 2012 y que luego cedió. Sea verdad o no, lo cierto es que es un conector que ofrece muchas ventajas, por lo que es comprensible que incluso la compañía de la manzana se haya rendido a la evidencia. Entre sus ventajas, tenemos que:
- Es más pequeño. No parece una ventaja muy destacada, pero que sea más pequeño permite a los fabricantes diseñar y fabricar dispositivos más finos.
- Es reversible. Conectar un USB-A es una lotería que ganaremos sólo el 50% de las veces, a no ser que aprendamos cómo tenemos la entrada en el equipo de destino y el dispositivo origen tenga alguna señal que nos indique cuál es su parte superior (y ni así). Esto se corrigió en el USB-C, puesto es todo un círculo aplanado que podremos poner del derecho o del revés.
- Es más rápido. La velocidad de transferencia se ha aumentado considerablemente, en parte teniendo en cuenta el siguiente punto.
- Es capaz de transmitir más señales. Además de datos, también permite transmitir audio, vídeo y energía.
- Se pueden cargar los portátiles a través de él. El USB-A podía cargar baterías más pequeñas, como las de los smartphones, pero no entregaban tanta energía como para cargar otros dispositivos como portátiles con pantallas de gran tamaño. El USB-C sí nos lo permite, y por ese motivo Apple se decidió a incluir 4 en sus últimos MacBook.